Perteneciente a la familia de las Lythraceae, son apreciados especialmente los ejemplares de tronco completamente recto y con follaje compacto y denso.
Se trata de una especie de follaje caduco (tira la hoja en invierno). Su corteza es grisácea, con una capa que se va soltando y deja una madera lisa muy particular a la vista y agradable al tacto, lo que le da gran belleza en invierno, cuando está desprovisto de hojas.
Las flores destacan por su color rosa, blanco o púrpura, dispuestas en inflorescencias terminales o axilares de 6-20 cm. de longitud. Tienen seis pétalos rizados y florecen de julio a septiembre. Su fruto, que muchas veces queda sujeto en las ramas finales de la floración pasada, es una cápsula dehiscente globosa de 5-8 mm. de diámetro con numerosas semillas aladas.
Es una planta que brota muy tarde pero no hay que preocuparse, poco a poco sus pequeños brotes empiezan a hinchar para surgir definitivamente ya pasado el mes de abril.
Respecto a sus exigencias de desarrollo, es bastante rústica, gusta del sol y cierta humedad en el suelo. Posee un crecimiento medio y es de las pocas especies que está en flor en pleno verano. Esta característica, junto con su corteza tan original y desarrollo compacto, hacen de este árbol un ejemplar muy apropiado para jardines pequeños, alineaciones de calles o pequeños árboles de ornamento.
Se multiplica por semillas y por esquejes, aplicando hormonas de enraizamiento. No necesita poda; si acaso, una vez pasada la floración, hay que cortar los restos de las inflorescencias que se han quedado en las ramas, o bien eliminar aquellas que, por su crecimiento, estorben.
Os pongo imágenes del árbol de Júpiter en pleno periodo de floración.
Mi comentario: Yo planté la semana pasada una planta de Júpiter en mi jardín, todavía es muy pequeña. Espero que crezca pronto y pueda decorar mi jardín cuanto antes. Me gustó este árbol por lo bonito que es durante el periodo de floración. Ya os pondré fotos cuando empiecen a aparecer las primeras flores.